Jean-Claude Juncker
(presidente de la Comisión Europea) y Donald Trump (presidente de EE. UU.) han
celebrado el acuerdo en una comparecencia conjunta para poner fin a la guerra
comercial. El fin de dicho acuerdo es cerrar la disputa comercial abierta entre
ambas partes e iniciar una nueva fase de sus relaciones comerciales, basada en
una amistad cercana, en las que reducirán los aranceles en una serie de
sectores.
Durante este tiempo, ha
explicado el jefe del Ejecutivo comunitario, ambas partes han prometido no
aplicar nuevos aranceles y "revisar" los ya existentes sobre el acero
y aluminio.
Ambos bloques trabajarán
conjuntamente con el objetivo de "trabajar juntos hacia aranceles cero,
barreras no arancelarias cero, y subvenciones cero a los bienes industriales
excluido el sector automovilístico". Es una excepción importante, porque
Trump ha amenazado en el último mes y medio con imponer aranceles del 25% a la
importación de automóviles y componentes, lo que habría tenido un impacto
considerable en la industria de Europa en general, y de Alemania en particular.
Pero no es menos cierto que los aranceles también habrían significado un
impuesto adicional para los compradores de coches de EE. UU. Según un estudio
del Instituto Peterson para la Economía Internacional, de Washington, ese
arancel habría elevado el precio de los automóviles en EE. UU. entre 1.408 y
6.972 dólares (de 1.200 a 5.943 euros).
La UE y EE. UU. han pactado
mejor su cooperación en materia energética. Europa, en particular, muestra su
interés por importar más gas natural de EE. UU., con el claro objetivo de
reducir su dependencia energética de Rusia. En este capítulo, Bruselas ha
mostrado su disposición a incrementar las importaciones de gas natural licuado
(GNL) procedente de Estados Unidos para diversificar sus fuentes de energía.
Washington y Bruselas
reabrirán el diálogo para la reducción de aranceles en productos químicos,
farmacéuticos, equipos médicos, servicios y soja. La presencia de este producto
agrícola no es una coincidencia. Las exportaciones de soja de EE. UU. se están
desplomando como consecuencia, precisamente, de la 'guerra comercial' desatada
por Trump contra China. El Gobierno de EE. UU. va a dar 12.000 millones de
dólares en subvenciones (10.000 millones de euros) a sus agricultores (que
forman parte de la base de votantes de Trump) para compensarles por el daño
económico de la guerra comercial. La gran cuestión es que, por mucha soja que
compre la UE, nunca va a poder igualar a China en consumo de ese producto;
Además, otro de los compromisos planteados es una alianza para luchar contra
las "prácticas comerciales desleales" en todo el mundo mediante la
reforma de la OMC. Hemos de destacar el compromiso de lanzar un diálogo sobre
"estándares" para facilitar el comercio, reducir obstáculos
burocráticos y recortar los costes.
Todo ello se relaciona con
algunos de los principios de Naciones Unidas recogidos en el artículo 2 de la
Carta ONU como: el principio de la no intervención en los asuntos internos de
los Estados, el principio de la cooperación pacífica de los Estados, el
principio de buena fe, el principio de arreglo pacífico de las controversias y
el principio de igualdad de derechos.
También, mantiene relación con
los propósitos y principios de las Naciones Unidas, dichas reglas de conducta
son seguidas por EE. UU. y la UE para alcanzar los objetivos tratados en dicha
noticia. Los propósitos seguidos por EE.
UU. y la UE aparecen enumerados en el artículo 1 de la Carta ONU.
El primer propósito enunciado
en el artículo 1 de la Carta ONU es mantener la paz y la seguridad
internacionales, y con tal fin: tomar medidas colectivas eficaces para prevenir
y eliminar amenazas a la paz, y para suprimir actos de agresión u otros
quebrantamientos de la paz; y lograr por medios pacíficos, y de conformidad con
los principios de la justicia y del derecho internacional, el ajuste o arreglo
de controversias o situaciones internacionales susceptibles de conducir a
quebrantamientos de la paz.
El segundo propósito enunciado
consiste en fomentar entre las naciones relaciones de amistad basadas en el
respeto al principio de la igualdad de derechos y al de la libre determinación
de los pueblos, y tomar otros medidas adecuadas para fortalecer la paz
universal.
El tercer propósito consiste
en realizar la cooperación internacional en la solución de problemas
internacionales de carácter económico, social, cultural o humanitario, y en el
desarrollo y estímulo del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales
de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión.
Fuente: https://www.eleconomista.es/internacional/noticias/9296489/07/18/Juncker-a-Trump-Debemos-concentrarnos-en-reducir-aranceles-no-en-aumentarlos.html
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